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Internacional

30 de julio del 2003

Las elecciones en Estados Unidos

Max Lesnik
Réplica, Radio-Miami
Cada vez que se abre en este país el proceso electoral para escoger a un nuevo Presidente norteamericano comienzan las especulaciones mas variadas sobre cual de los Partidos en la contienda, el Demócrata o el Republicano, es el que más conviene a los intereses fundamentales de Estados Unidos y el mundo.

Quizás guiados por los recuerdos de los tiempos del Presidente Franklin Delano Roosevelt que cautivó a toda la América Latina con su política del "Buen Vecino", es que los latinoamericanos y también los cubanos hayan mantenido la impresión por muchos años de que los Demócratas eran mejores amigos de los hispanos por cuanto que desde el gobierno en Washington han aparentado tener una conducta más comprensiva y amistosa para con los pueblos de América Latina.

Para los norteamericanos también el "New Deal" de Roosevelt significó por años un buen cartel de propaganda Demócrata porque gracias a Roosevelt fue que Estados Unidos salió de la profunda crisis de la depresión económica de los años 30 y se establecieron las leyes progresistas que han servido de equilibrio social en el país. Mas de un Presidente Demócrata llegó a la Casa Blanca montado en la nostalgia feliz de la era "Rooseveltiana".

Con el paso del tiempo la política y las cosas cambiaron en el mundo y muy particularmente en los Estados Unidos.Las diferencias hoy en día entre Republicanos y Demócratas son apenas perceptibles. Nunca antes ha sido tanta verdad como esa afirmación que dice que nada hay mas parecido a un Demócrata que un Republicano.

Ambos Partidos y sus líderes, con muy pocas excepciones, tratan de acercarse a lo que llaman "El Centro", es decir huyen de las posiciones que puedan ser calificadas de extremistas, ya sea la extrema izquierda o la extrema derecha. Ningún conservador quiere que se le señale como "fascista" aunque lo sea en realidad .Como tampoco los políticos progresistas quieren ser acuñados como "liberales" por temor a que puedan ser señalados como radicales de izquierda.

Todos quieren verse situados en el "Centro", porque según dicen los expertos en las encuestas electorales, es lo "políticamente correcto". El Presidente Bush dice que él está en el centro. Y defiende su política económica, su política exterior y su guerra en Irak como políticas de centro sin extremismos. Tanto lo repite que hasta el mismo cree que es verdad.

Los aspirantes Demócratas a la presidencia, con la excepción de uno, el Ex Gobernador del Estado de Vermont, Howard Dean, se manifestaron todos en apoyo a la guerra de Bush en Irak. Y aunque hacen críticas sobre la política domestica de los Republicanos, poca es la diferencia que se percibe entre ellos y lo que le dice Bush al pueblo americano.

A decir verdad ¿qué importa si el que está en la Casa Blanca es un Presidente del Partido del burrito o es un Presidente del Partido del elefante? En la intricada selva de la política norteamericana, que más da un descomunal paquidermo que un simpático borrico.

Así es la democracia de los dos Partidos. De manera que no nos venga nadie con cuentos ni cantos de sirena. De lo que se trata es de politiquería barata, porque la democracia, la verdadera democracia, la que soñaron los Padres Fundadores, ya hace rato que es en realidad una página descolorida en el álbum del recuerdo.