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Internacional

13 de julio del 2003

La CIA pone la cara por el informe falso de Bush al Congreso de su país

Jim Cason y David Brooks
La Jornada
Washington y Nueva York, 11 de julio. El presidente George W. Bush negó públicamente hoy que hubiera mentido al Congreso y al pueblo de Estados Unidos antes de la invasión sobre las supuestas armas de destrucción masiva de Irak, pero 56 por ciento de la población sí lo cree y algunos legisladores están demandando una investigación independiente del asunto.

El enfoque del debate que se intensificó esta semana es en torno a una sección del discurso del informe a la nación ofrecido por Bush al Congreso en enero pasado, en donde declaró que el presidente iraquí, Saddam Hussein, había intentado obtener uranio para desarrollar armas nucleares en Africa, afirmación que fue falsa, como lo reconoce ahora hasta la propia Casa Blanca.

Pero hoy la pregunta en Washington es si la Casa Blanca sabía que esta afirmación era falsa cuando el presidente la proclamó.

La Agencia Central de Inteligencia (CIA) había investigado la acusación tres meses antes y había concluido que carecía de pruebas y que estaba basada en documentos fabricados.

La dependencia estaba tan preocupada por esta falsa aseveración que en septiembre de 2002 intentó convencer al gobierno de Gran Bretaña de retirarla de sus documentos de inteligencia.

La agencia informó de esto a la Casa Blanca en enero pasado, cuando le fue mostrado un borrador del discurso oficial del presidente, reportó esta noche el noticiero nacional de CBS.

Potencial de escándalo político

El diario Washington Post y las cadenas CNN y ABC también han informado que la CIA había señalado a la Casa Blanca que esta declaración era falsa antes de que Bush pronunciara su discurso.

Pero al parecer este asunto empezó ya a representar un potencial escándalo político para el presidente, cuando esta noche el director de la CIA, George Tenet, asumió la responsabilidad por no haber insistido en retirar esa sección del discurso presidencial.

"Esa declaración jamás debería haber sido incluida en el discurso del presidente", dijo Tenet en un comunicado difundido después de las 18 horas de este viernes.

Los asesores de la Casa Blanca encargados de elaborar el informe a la nación encontraron la manera de evadir las objeciones de la CIA al atribuir la información contra Hussein a la inteligencia británica.

"El gobierno británico se ha enterado de que recientemente Saddam Hussein buscó cantidades significativas de uranio de Africa", declaró Bush en su informe a la nación a finales de enero.

Pero aun con esta maniobra sintáctica, analistas y periodistas señalan que todo indica que de manera intencional Bush buscó engañar al Congreso en su informe anual sobre la nación, que está constitucionalmente obligado a presentar y es el discurso más importante del Ejecutivo cada año.

"A fin de cuentas la Casa Blanca incluyó conscientemente en un discurso información que la CIA explícitamente había advertido podría no ser veraz", señaló el reportero David Martin en el noticiero nacional de la CBS.

La sugerencia de que el presidente mintió deliberadamente al pueblo estadunidense y al Congreso en su informe oficial ha eclipsado la gira por Africa, y obligado a Bush a emitir un desmentido poco usual de que había mencionado lo del uranio en Africa a pesar de las objeciones de la CIA.

"Pronuncié un discurso a la nación que fue aprobado por los servicios de inteligencia", aseveró Bush hoy durante la escala en Uganda de su gira africana.

Chivo expiatorio

Por su parte, la asesora de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Condoleezza Rice, dijo aún más a los reporteros que cubren la gira de Bush: "les puedo decir que si la CIA, si el director, hubiera dicho 'saquen esto del discurso', hubiera desaparecido, sin duda".

El secretario de Estado, Colin Powell, también rechazó que haya habido algún intento de engañar al Congreso, pero en un discurso en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, días después de que Bush rindió su informe a la nación, optó por no incluir ninguna referencia a los supuestos intentos de Hussein para obtener uranio de Africa.

Poco después los inspectores de armas de la organización demostraron de forma contundente que esta afirmación era falsa.

No obstante, la Casa Blanca esperó hasta esta semana -tres meses después de la guerra contra Irak- para reconocer que eran falsas las declaraciones oficiales del presidente sobre un punto clave de su argumento para llevar a cabo la invasión del país árabe.

Legisladores de ambos partidos han empezado a demandar una investigación. Hoy, 16 de ellos declararon que el incidente provoca "interrogantes preocupantes" sobre todo el caso presentado por la Casa Blanca en favor de la guerra.

"¿Qué garantía puede recibir el Congreso y el pueblo estadunidense de que las otras afirmaciones que usted hizo en su informe a la nación en torno a los programas de armas de destrucción masiva iraquíes están basadas en información y análisis sólidos de inteligencia?", preguntaron los demócratas en carta enviada a Bush.

Credibilidad a la baja

Para Zbigniew Brzezinski, ex asesor de Seguridad Nacional, las acusaciones de engañar al pueblo son "extremamente serias". En entrevista con la CBS, agregó que "la próxima vez que digamos que un país tiene armas de destrucción masiva, ¿quién nos va a creer?"

El pueblo estadunidense ha empezado a cuestionar el argumento de Bush para justificar la guerra contra Irak, según encuesta de la CBS dada a conocer esta semana.

El apoyo al manejo presidencial de la guerra se ha desplomado 20 puntos desde abril, y ahora 45 por ciento no cree que la guerra haya valido la pena (otro 45 por ciento opina que sí lo valió y 10 por ciento está indeciso).

Pero tal vez lo más dañino para el presidente es que sólo un tercio de la población cree que estaba diciendo la verdad sobre las armas de destrucción masiva en Irak, 45 por ciento estima que "ocultó elementos importantes de la verdad" y otro 11 por ciento considera que estaba mintiendo.

Una encuesta de ABC-Washington Post difundida esta noche señaló que 50 por ciento del pueblo cree que el presidente exageró deliberadamente la verdad sobre el peligro que representaba Irak.

No obstante, en un resultado que demuestra la confusión que prevalece entre los estadunidenses, 55 por ciento cree que Estados Unidos logrará ubicar las armas de destrucción masiva.

Aún peor, menos de la mitad de la población cree que Estados Unidos tiene el control de la situación en Irak y la mayoría estima que las tropas estadunidenses tendrán que permanecer en ese país durante dos años o más.

Lo anterior sucede cuando por primera vez una encuesta de opinión (de la ABC) registró este viernes que una mayoría -52 por ciento- opina ahora que el costo en vidas estadunidenses en Irak es "inaceptable".

O sea, la opinión está inclinándose a la conclusión de que la guerra contra Irak, que fue en parte justificada con mentiras de la Casa Blanca, está empezando a ser demasiado cara.