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Internacional

26 de febrero del 2003

La guerra y la prensa
Perros de presa, perros falderos y perros dormidos

Will Potter
CounterPunch, 24 de febrero de 2003
Traducido para Rebelión por Germán Leyens .

A los periodistas les gusta verse como perros de presa, que muerden los talones de los poderosos y protegen la democracia. Los críticos progresistas los ven como perros falderos de la elite política y corporativa. Pero es más frecuente que los reporteros sean simplemente perros decrépitos, dormidos en el porche..
Tomemos, por ejemplo, una reciente aventura matinal el domingo en los estudios de NBC en Washington DC, donde me uní a una jauría de esos perros timoratos que se refugiaban de un chaparrón en el lobby de NBC. El personal de NBC llevó una mesa con una televisión para que los reporteros pudieran ver "Meet the Press" con Tim Russert. Russert entrevistó a Richard Perle, presidente del Consejo de Política de Defensa (un panel asesor del Pentágono encargado de supervisar la preparación militar), y al representante Dennis Kucinich, el demócrata de Ohio que ha emergido como una de las pocas voces fuertes del congreso en contra de la guerra..
Es una rutina dominical: al final del show, los reporteros se reúnen frente a la entrada y piden a los invitados algunos trocitos de soundbites, Hasta ese momento, se estiran sobre los bancos en el lobby, mirando distraídos las entrevistas..
Es el estado de los medios en EE.UU., la prensa libre: los reporteros y los equipos de filmación mirando una entrevista en la televisión que tiene lugar un poco más allá..
A los periodistas no les gusta el ridículo sistema, pero no tienen gran alternativa..
Tienen que ajustarse a las exigencias de los conglomerados de medios corporativos para los que trabajan, y para hacerlo tienen que aceptar las reglas del juego..
Algunos leen periódicos. Uno toma notas. Otro habla por su teléfono móvil con su mujer..
"Claro, Se están sólo peleando ahora mismo. No, no sé cuánto más van a tardar"..
Escuchan a Perle pregonando la guerra con bombos y platillos. Provoca una discusión sobre la democracia. Dice que sería bueno si Israel estuviera rodeado de democracias. Dice que sería bueno si Irak fuera una democracia..
"Las democracias", dice Perle a Russert, "no comienzan guerras agresivas"..
Los perros se despiertan..
"¿Qué? ¿Estuvo fumando crack el tipo?" grita casi una reportera. Todos se ríen y asienten. La reportera expresó la frustración y la indignación sentida por millones de personas en todo el mundo, y que muchos periodistas comprenden, pero casi nunca expresan..
Mientras miraba la entrevista, me pregunté si Russert también estaría pensando, "¿Qué fuma el tipo?" Esperé que dijera, "Bueno, Mr. Perle, o la larga lista de agresiones en el exterior de EE.UU. (acciones clandestinas como la de Guatemala en 1954, agresiones por encargo como en Nicaragua en los años 80, y agresiones abiertas incluyendo a Vietnam y Panamá) son fantasías, o Estados Unidos no es una democracia. ¿En qué quedamos?" Russert nunca puso en duda el núcleo de la argumentación de Perle: sus suposiciones sobre la democracia, el poder, y la violencia. Pasó a otros temas. Su silencio lo decía todo..
Los perros volvieron a su sueño..
El programa termina. Los reporteros se movilizan al exterior y toman sus sitios. La primera que hizo como que saltaba fue la reportera que hizo el comentario sobre "fumando crack". Pero no saltó. Hizo una pregunta genérica, casi idéntica a la que Russert le preguntó a Perle. Perle le dio una respuesta casi idéntica. Los reporteros formularon preguntas cuyas respuestas ya conocían, y Perle les dio respuestas preparadas de antemano (los reporteros lo hacen a veces para que en sus emisiones puedan usar esas secuencias en vez de un clip de un programa de entrevistas). Ya está. Ya tenemos la noticia..
Es como un juego con reglas sobreentendidas, pero ninguna de las partes quiere admitir que es su juego. Los periodistas no son tontos. La mayoría tiene una idea sobre cómo funciona el mundo y cómo operan las estructuras del poder. Generalmente están informados sobre lo que ocurre en el mundo. Tienen la capacidad de formular preguntas, como las que existen en las mentes de millones de personas que salieron a las calles hace semanas, pero la mayoría prefiere no hacerlo. Operan en un sistema mucho mayor de medios controlados por los medios, y tienen que basar sus decisiones en lo que consideran como la mejor manera de sobrevivir en ese sistema..
Los que quieren trabajar en la oficina nacional de una cadena importante saben que no deben presentar la pregunta adecuada. Lo que tienen que hacer es no formular las preguntas inconvenientes. Un reportero que hace preguntas difíciles podría llegar a tener una reputación de perturbador (y llegar a una reputación de "sensacionalista"). Hay recompensas en este sistema de autocomplacencia. Hay pocas recompensas para el pensamiento crítico. En ese momento, yo no pude soportarlo. Unos minutos antes la reportera había desenmascarado las mentiras..
Quise agarrarla y gritar, "¡Te destapaste! Yo sé que no ignoras lo que pasa. Conoces la verdad, y no hay disculpa alguna para que no lo digas"..
Había que decir algo, así que me entremetí y pregunté, "Mr. Perle, usted dijo que las democracias no comienzan guerras agresivas. ¿Podría explicarme, por favor, cómo entonces usted ve esta 'guerra preventiva', contra la voluntad de la comunidad internacional y de millones de personas en todo el mundo?" Creo que tomó a los reporteros por sorpresa y lo mismo ocurrió con Perle. Evitó la pregunta, y dijo tranquilamente que no era una guerra agresiva porque Irak ha violado las resoluciones de la ONU. Respondió a otra pregunta de un reportero y se fue..
El siguiente fue Kucinich, y la situación se repitió. Los reporteros repitieron casi textualmente las preguntas de Russert. Pero fueron más agresivos con Kucinich y tuve problemas para llegar a hacer una pregunta. Así que, cuando Kucinich se fue, lo seguí y le hice algunas preguntas sobre su visión de un Departamento de Paz en el gobierno federal, lo que enfureció a los otros reporteros..
"¿Por qué no lo dices aquí para que todos podamos utilizarlo?" me gritaron. Kucinich no respondió. "Bien", gritó un reportero, de manera cortante. "Me despido de ti también"..
Habíamos roto las reglas del juego..
La conducta de algunos periodistas es frustrante, pero no basta con simplemente culparlos por actuar como perros perezosos. Los periodistas trabajan dentro de inmensas instituciones que los presionan. [Para informarse más sobre esas presiones, lean el modelo de propaganda presentado por Ed Herman y Noam Chomsky "Los guardianes de la libertad" o "El mito de los medios liberales" de Herman. Pueden, y deberían, alzarse contra las presiones de esas instituciones, pero es sólo una solución parcial. Necesitamos movimientos de reforma de los medios que trabajen por cambiar las relaciones de propiedad y la regulación de los medios..
[Para más información al respecto, vean los trabajos de Robert McChesney y su nuevo libro con John Nichols, "Our Media, Not Theirs".] En un sistema mediático no dominado por las corporaciones y el dinero, a los periodistas les sería más fácil hacer algo más que rogar, tumbarse y dejar que les acaricien las panzas. Podrían negarse a que les pongan la correa. Podrían ladrar, gruñir, y de vez en cuando, morder.

Will Potter hace su práctica en un periódico nacional en Washington DC. Ha escrito para el Texas Observer, el Chicago Tribune y Dallas Morning News. En su tiempo libre se interesa por la política y la situación de los medios estadounidenses. Su correo es will.potter@lycos.co.uk