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Internacional

8 de febrero del 2003

Enfoque en Irak: disección del discurso de Powell en la ONU

Ali Abunimah
The Electronic Intifada
Traducido para Rebelión por Germán Leyens

Los medios de EE.UU. habían sugerido que el Secretario de Estado Colin Powell estaba restando importancia a lo que iba a presentar al Consejo de Seguridad de la ONU sobre los presuntos engaños, las armas de destrucción masiva, y el apoyo al terrorismo de Irak, para que cuando hiciera sus revelaciones, tuvieran el mayor impacto posible. Después de escuchar la presentación de Powell, es evidente que restaba importancia al asunto porque sus cartas eran realmente débiles.

La presentación multimedia de Powell fue una mezcolanza de afirmaciones antiguas, que Estados Unidos ha estado haciendo durante años, algunas basadas en información que el propio Irak ha suministrado a los inspectores de la ONU. Otras alegaciones se basaron en grabaciones audio y en imágenes satelitales, y el resto se basó en aseveraciones no verificables de testigos y "tránsfugas" no identificados. Powell casi admitió la debilidad de su caso al repetir todo el tiempo "se trata de hechos, no afirmaciones", en momentos en los que estaba suministrando las aseveraciones más sensacionales, pero las menos fundamentadas. También recurrió a la táctica de las revistas de historietas calificando a Sadam Husein de "genio del mal" por haber logrado esconder lo que EE.UU. dice que es un vasto arsenal, no sólo ante los inspectores de la ONU, sino ante la única superpotencia del mundo. Consideremos más de cerca algunos de los "nuevos" elementos en el caso estadounidense a favor de un ataque inmediato contra Irak.

Las cintas de audio

Powell reprodujo lo que dijo eran conversaciones interceptadas entre funcionarios iraquíes que discutían formas de ocultar materiales prohibidos de los inspectores de la ONU. Ninguna de las tres grabaciones, si eran reales, correspondía a un "arma del delito". Si eran reales, podrían ser consideradas incriminatorias en un cierto contexto, pero también podrían haber sido citadas fuera de un contexto en el cual hubieran sido totalmente inocentes.

El valor probatorio de las presuntas grabaciones es casi nulo. Las grabaciones podrían fácilmente haber sido falsificadas, cosa que EE.UU. ha estado haciendo desde hace tiempo. En 2001, "This American Life", de la radio pública de EE.UU., transmitió cintas recientemente desclasificadas de una estación clandestina de radio establecida en los años 50 por la CIA para ayudar a provocar un golpe contra el gobierno democráticamente elegido de Guatemala. La estación de radio, que transmitió voces "opositoras" totalmente falsas, es considerada como una contribución a la toma del poder por un represivo régimen cliente de EE.UU. (Programa emitido el 30 de noviembre de 2001. Véase www.thislife.org para obtener detalles).

En relación más directa con los eventos actuales, el periódico Village Voice de Nueva York informó a fines del año pasado cómo, durante los años 90, un estudiante graduado de Harvard, conocido por sus convincentes imitaciones de Sadam Husein, fue contratado por Rendon Group, la poderosa compañía de relaciones públicas relacionada con el gobierno, para hacer falsas transmisiones de propaganda con la voz de Sadam hacia Irak. El estudiante recibió tres mil dólares por mes por su trabajo. El informe dice que el sucedáneo de Sadam dijo que "nunca recibí una respuesta definitiva sobre si la resistencia iraquí, la CIA, o políticos del Congreso eran los que mandaban, pero terminé por comprender que los tipos que estaban haciendo el jueguito tenían mucho dinero y hacían lo que querían", ("Broadcast Ruse: A Grad Student Mimicked Saddam Over the Airwaves," The Village Voice, 13-19 de noviembre de 2002)

En 1990, otra compañía de relaciones públicas de Washington, contratada por Kuwait, ayudó a lograr apoyo para la primera Guerra del Golfo inventando afirmaciones, presentadas al Congreso, de que tropas iraquíes habían lanzado bebés kuwaitíes fuera de los incubadores. (vea "The Lies We Are Told About Iraq," The Los Angeles Times, 5 de enero de 2003)

Los que fueron engañados por esas falsedades, deberían ser más escépticos esta vez. Tampoco contribuye a la credibilidad de EE.UU. que el Pentágono a declarara repetidamente durante los últimos dos años que utilizaría el engaño y la propaganda negra para lograr sus objetivos políticos.

Imágenes satelitales

Powell se basó en imágenes satelitales para reforzar la afirmación de que Irak sigue produciendo y ocultando armas químicas. Dijo, por ejemplo, que algunas de las imágenes que mostró mostraban a los iraquíes "purificando" el "emplazamiento de municiones químicas de Al-Taji" antes de que llegaran los inspectores de la ONU.

Otra vez, es imposible decir si las fotos satelitales mostradas por Powell eran reales, falsificadas, viejas o nuevas. Pero incluso si son verdaderas fotos nuevas de Irak, no tienen, de por sí, ningún valor concluyente. El New York Times informó que funcionarios estadounidenses entregaron recientemente a los inspectores de la ONU fotos satelitales de lo que "analistas estadounidenses dijeron que eran equipos de limpieza iraquíes operando en un emplazamiento de armas químicas bajo sospecha". Pero cuando los inspectores fueron al lugar, llegaron a la "conclusión de que el emplazamiento era una antigua área de almacenamiento de munición frecuentado a menudo por camiones iraquíes, y que no existía ninguna razón para suponer que estuviera involucrado en actividades relacionadas con armas". ("Blix Says He Saw Nothing to Prompt a War," The New York Times, 31 de enero de 2003)

No nos sorprendería si el incidente al que se refiere The New York Times fuera probablemente la misma chatarra que Powell trató de vender al Consejo de Seguridad. Sólo los inspectores podrán decirnos si no es así.

Unidades móviles

Powell afirmó, basándose en rumores no confirmados de "tránsfugas", que Irak tiene un muy elaborado sistema de laboratorios móviles utilizados para producir armas biológicas. Sin evidencia concreta, Powell se limitó a presentar "impresiones artísticas" de cómo se ven supuestamente esos laboratorios, una táctica utilizada repetidamente por los tabloides "supermercado" estadounidenses para producir ilustraciones que acompañan las últimas historias sobre aterrizajes y secuestros por extraterrestres.

En una entrevista con The New York Times, Hans Blix, el jefe de los inspectores de armas de la ONU en Irak, negó las afirmaciones de EE.UU. de que los inspectores habían descubierto que los funcionarios iraquíes estaban ocultando y desplazando materiales ilícitos dentro y fuera de Irak para impedir su descubrimiento ("Blix Says He Saw Nothing to Prompt a War," The New York Times, 31 de enero de 2003). Blix, que, a diferencia de Estados Unidos, tiene cientos de personas sobre el terreno en Irak, está en condiciones muy superiores para saber lo que sucede que Powell.

Los lazos de Irak con Al-Qaeda

Powell afirmó que Irak tiene lazos estrechos con Al-Qaeda y basó en gran parte esta afirmación en los desplazamientos del señor Abu Musab Zarqawi, un barbudo tan amenazador. Antes de la presentación de Powell, The Washington Post señaló que Zarqawi, un jordano, "parece ser el único individuo nombrado hasta ahora para establecer una relación con Irak después de más de un año de importantes investigaciones en las que 'se ha prestado bastante atención a la dimensión de la conexión que pueda existir entre Al-Qaeda e Irak". ("U.S. Effort to Link Terrorists To Iraq Focuses on Jordanian," The Washington Post, 5 de febrero de 2003)

Para compensar la fragilidad del caso, Powell recurrió a inflar a Zarqawi para convertirlo en una persona aterradora de la misma manera como EE.UU. infló a Osama bin Laden en los últimos años. Parece que Osama, que sigue libre, y que no apareció como tema en el discurso de Mr. Powell, ha sido reemplazado en la afección estadounidense.

Powell afirmó que Zarqawi (que ahora ha sido promovido por los estadounidenses al estatus de "La Red Zarqawi", incluso con diagramas organizativos) estuvo entrenando terroristas en un campo de producción de veneno en el norte de Irak. Powell dejó de lado un hecho muy pertinente. Desde la Guerra del Golfo de 1991, el norte de Irak ha estado fuera del control del gobierno de Sadam Husein.

Estados Unidos y el Reino Unido han estado bombardeando cruelmente durante doce años las "zonas de no vuelo" declaradas ilegalmente en el norte y el sur, sobre todo para limitar al centro del país la influencia del gobierno de Irak. El norte de Irak ha sido gobernado por facciones kurdas que compiten entre sí, con apoyo de Estados Unidos. Desde la Guerra del Golfo de 1991, la CIA ha estado operando libremente en el norte de Irak, y Estados Unidos reconoció recientemente que sus fuerzas especiales están operando en esa parte del país. Powell mostró lo que dijo era una foto satelital del "campo terrorista". Si Estados Unidos sabe donde está un tal campo, y tiene fuerzas en la región, ¿por qué no lo ha bombardeado o atacado, como ha bombardeado tantas otras instalaciones en el norte de Irak? Un ataque contra una instalación "terrorista" en el norte de Irak no requiere una invasión de todo el país. Además, si el campo llega a existir, ¿por qué informa Estados Unidos a sus ocupantes de que sabe dónde está, en lugar de eliminarlo, como, digamos, eliminó a un coche lleno de presuntos "terroristas" en Yemen el año pasado? La cuenta no cierra.

Que EE.UU. esté afirmando que terroristas relacionados con Al-Qaeda estén operando en esa parte de Irak no controlada por Sadam Husein debilita más bien el argumento de que Sadam los esté respaldando. La única respuesta de Powell a este importante problema fue presentar otras aseveraciones no corroboradas de que uno de los agentes secretos de Sadam está a cargo de toda la operación.

En los días anteriores a la presentación de Powell, aparecieron numerosos informes en la prensa estadounidense y británica de que funcionarios importantes de la inteligencia del FBI, la CIA y incluso del Mossad de Israel sostienen que no existe evidencia que relacione a Irak con Al-Qaeda en alguna forma que tenga sentido. La BBC informó el 5 de febrero que un informe secreto, oficial, de la inteligencia británica entregado al Primer Ministro Tony Blair y filtrado a la BBC señala que no existen lazos actuales entre Irak y Al-Qaeda. La BBC agregó que el documento de inteligencia "dijo que un comienzo de alianza fracasó por diferencias ideológicas entre el militante grupo islámico y el régimen secular nacionalista". ("UK report rejects Iraqi al-Qaeda link," BBC News Online, 5 de febrero de 2003)

Parece que actualmente existe un caso mucho más fuerte respecto a los lazos entre EE.UU. y Al-Qaeda que datan de los días en los que la Administración Reagan ayudó a reclutar hombres de todo el mundo árabe y musulmán para que se unieran a lo que llamaban "los combatientes por la libertad afganos", que cualquier cosa que sirva para incriminar a Irak. Mr. Powell no dijo ni una palabra al respecto.

Subrayando la debilidad del caso anglo-estadounidense, el Secretario del Exterior de Gran Bretaña, Jack Straw, declaró a la BBC antes del discurso de Powell, que no había "visto evidencia alguna que relacionara directamente a Irak con Al-Qaeda, pero que no se sorprendería si existiera". ¿Basan las decisiones sobre la guerra y la paz en esta forma indigente de pensar? Lo que es más importante, el Pentágono ha desdeñado la falta de evidencia, y, provocando la consternación de funcionarios superiores de la CIA y del FBI, ha exagerado la evidencia con fines puramente ideológicos y políticos. Lo que Mr. Powell presentó al Consejo de Seguridad es el resultado de esos engaños políticos, no evidencia.

Incluso si hubiera evidencia de una conexión con Al-Qaeda, EE.UU. alega que quiere lanzarse a la guerra para imponer las resoluciones de la ONU. Pero ninguna resolución de la ONU dice algo sobre Al-Qaeda. Por lo tanto, incluso el intento de EE.UU. de relacionar Irak con Al-Qaeda debe ser interpretado como un acto de desesperación de una administración que sabe que no ha probado su caso sobre las presuntas armas de destrucción masiva.

Irak y Estados Unidos

Para terminar su discurso, Powell trató de "recordar" al Consejo de Seguridad que Sadam ha sido un horrible monstruo durante más de dos décadas. Citó el uso por Irak de armas químicas contra los kurdos en 1988 como una "de las más horribles atrocidades del siglo veinte". Se olvidó de mencionar, sin embargo, que en esa época Estados Unidos, que estaba apoyando a Sadam en su guerra con Irak, instruyó a sus diplomáticos para que implicaran a Irán.Powell también se olvidó de mencionar que en la larga historia de cooperación entre Estados Unidos y el Irak de Sadam Husein hubo varias reuniones que el antiguo y futuro Secretario de Defensa Donald Rumsfeld sostuvo con Sadam a pedido del Presidente Reagan, una de ellas el mismo día en el que se informó que Irak estaba utilizando armas químicas contra Irán.

Tampoco mencionó Powell que el mismo tipo de evidencia satelital que utiliza ahora para acusar a Irak fue otrora entregada con el mayor agrado a Sadam por Estados Unidos para ayudar a Irak a derrotar a Irán. Y al afirmar que no existe una enfermedad aterradora en la farmacología que Irak no sea capaz de crear, Powell se olvidó de mencionar que el seed stock para producir el ántrax, E. Coli, botulismo y otros agentes biológicos fue exportado a Irak por una compañía cercana a Washington DC, llamada American Type Culture Collection, bajo contratos aprobados por el gobierno de Estados Unidos en los años 80. Esas ventas continuaron incluso después de que se informó que Irak había utilizado armas químicas contra civiles kurdos. (vea Iraq Under Siege, South End Press, 2000, p.39)

Powell también trató de "recordar" al Consejo de Seguridad el horrible historial de Irak en los derechos humanos. No explicó, sin embargo, cuándo Estados Unidos descubrió su conciencia de este asunto, que nunca molestó en todos los años en que estuvo aliado con Sadam. Ese descarado cinismo podrá engañar a algunos en el público estadounidense cuyos conocimientos de la historia son tristemente limitados, y cuyos medios de masas apenas se atreven a desafiar la política exterior de alguna administración, pero no engañarán a nadie más..

Powell también fue cínico al criticar a Sadam Husein por apoyar supuestamente a grupos palestinos. Si esto fue simplemente un intento de obtener algo más de "evidencia" no es claro. No existen lazos conocidos entre los grupos palestinos que combaten la represión de Israel y Al-Qaeda, a pesar de los intentos del gobierno Sharon de inventarlos para el consumo estadounidense. Lo que es evidente, sin embargo, es que en el mundo árabe, el intento de utilizar cualquier supuesto apoyo a la causa palestina como justificación para invadir Irak sólo puede conducir a alienar y a excitar a la opinión pública.

Conclusión

Considerando, en su conjunto, la ensalada de viejas afirmaciones, de la exhibición de imágenes y de la invención de historias sobre ellas, y los rumores presentados por Powell fracasarían desastrosamente si tratara de probar un caso contra una persona acusada en un tribunal estadounidense, donde el nivel de las pruebas debe estar "más allá de toda duda razonable". La ostentosa presentación no ocultó los agujeros en el caso estadounidense, por los que una escuadra de la marina de EE.UU. podría pasar y le sobraría sitio. Los estadounidenses han argumentado que el Consejo de Seguridad no es un tribunal, y que los estándares para las pruebas son diferentes, y que no hay necesidad de ubicarse más allá de toda duda razonable. Pero al principio de su presentación, el propio Powell utilizó lenguaje judicial cuando afirmó que Irak había sido "considerado culpable" anteriormente de "infracciones materiales" por el Consejo de Seguridad.

El sistema legal de EE.UU., mencionado a menudo como un ejemplo para el mundo, aplica estándares tan estrictos para proteger a una sola persona acusada contra la negación de su libertad o la amenaza a su vida. Si Estados Unidos ataca a Irak, no una persona acusada, sino miles de personas inocentes, podrán perder sus vidas. La Alta Comisión de las Naciones Unidas para los Refugiados estima que 600.000 personas podrían verse obligadas a huir de sus hogares, y que otros millones podrán sufrir hambre, enfermedad, peligro y caos durante años por venir. ¿Vale la pena todo esto si, como lo subrayó una vez más el Presidente Chirac de Francia el 4 de febrero, existe una alternativa no-violenta perfectamente viable? Respondiendo a una pregunta de un reportero sobre las críticas de que cien inspectores de la ONU no pueden posiblemente desarmar a un país del tamaño de Irak, Chirac señaló que el primer régimen de inspección destruyó más armas iraquíes que todo el mortífero poder de fuego de EE.UU. dirigido contra ese país en 1991 y después. La solución a toda escasez de recursos, si los inspectores se quejaran de que existe (hasta ahora no lo han hecho), dijo Chirac, es aumentar esos recursos.

Powell dijo que al aprobar la Resolución 1441 que estableció las inspecciones en noviembre pasada, el Consejo de Seguridad había otorgado a Irak una "última oportunidad" de desarmar. Parece que fue Estados Unidos el que tuvo una última oportunidad de convencer al mundo de que lo que se necesita en su lugar es una invasión de Irak dirigida por EE.UU. que devastaría toda la región por años.

Las primeras impresiones, a juzgar por los discursos de los ministros de relaciones exteriores chino, ruso, francés y otros, sentados alrededor de la mesa del Consejo de Seguridad, son que el mundo sigue convencido de que debe darse a las inspecciones una posibilidad de funcionar. Irak, que no representa una amenaza inmediata para nadie, debería hacer urgentemente todo lo posible por cooperar, y como dijo el Presidente Chirac, "la guerra es siempre la peor solución".

Esperemos que haya alguien en Washington que escuche.

5 de febrero de 2003