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Internacional

20 de octubre del 2003

Una entrevista con Matthew Simmons, director general del mayor banco de inversiones del sector energético
EE.UU: Detrás del apagón
Michael C. Ruppert

FTW
Traducido por Ricard Boscar y revisado por Pedro Prieto
Matthew Simmons es el director general del mayor banco de inversiones del sector energético del mundo, Simmons & Company International. Entre sus clientes se encuentran Halliburton, Baker, Botts, LLP, Dynergy, Kerr-McGee y el Banco Mundial. Desde 1993 ha financiado o asegurado dieciocho transacciones valoradas en más de trescientos cincuenta millones de dólares, de las cuales seis se valoraron en más de mil millones de dólares. Simmons es miembro del Consejo de Relaciones Internacionales (Council on Foreign Relations) y del grupo de trabajo de gas natural del Consejo Nacional del Petróleo. Tiene mucho que decir sobre las causas y las implicaciones futuras del apagón de la red eléctrica del nordeste (de los EE.UU.). También puede aportar mucho acerca del cenit del petróleo y del gas.

Sorprendentemente, y con un notable candor que surge de la urgencia, comunica en todas sus presentaciones a los expertos de energía global un mensaje que suena más a un plan demócrata tipo "New Deal", [plan del presidente demócrata Roosvelt tras la crisis financiera de los años 30, que tenía como fin dinamizar el país, n. del t.]que a una orgía de libre mercado del Partido Republicano. Es un enemigo declarado de los economistas que insisten en que la inversión y la tecnología resolverán lo que él y un número creciente de expertos de la industria energética consideran un insalvable y permanente declive de los recursos energéticos de los hidrocarburos.

La liberalización fue la principal causa del apagón del 14 de agosto, conocido como el martes negro. Pero, según Matt Simmons, quedarse aquí y pretender que todo va a ir bien construyendo más infraestructuras es casi un comportamiento suicida.

Matt Simmons es el primero en admitir que lo que dice no tiene nada que ver con la política y todo que ver con la supervivencia. Es un hombre de contradicciones manifiestas, en virtud de su oposición al movimiento ecologista por un lado, y su absoluta repulsa a la liberalización del sector energético de los noventa por el otro. Hay muy pocos de los que hayan hablado con él, en cualquier àmbito, que duden de su honestidad y sinceridad. Sólo por esa razón, lo que este "insider" tiene que decir sobre el colapso la red eléctrica del nordeste, merece toda nuestra atención. Sus palabras tienen peso tanto en Washington como en el mundo. Según él, el martes negro fue tan sólo el principio.

Michael C. Ruppert
21 de agosto de 2003



FTW: ¿Qué es lo más importante que quieres que los estadounidenses sepan sobre el "martes negro"?

Simmons: Este apagón tendría que suponer una fuerte sacudida que nos mostrara los múltiples problemas energéticos que inevitablemente detendrán cualquier posible crecimiento futuro. Es como si la gente hubiera estado ignorando llamadas telefónicas molestas y viviendo en la negación de un problema que no se acaba de esfumar. Es como el fantasma de Enron llamando a la puerta. El hecho en sí fue asombroso. Personas de categoría, como el Gobernador Pataki o el jefe de NERC [North American Electric Reliability Council, o Consejo regulador de la electricidad de Norte América], se preguntaban cómo podía suceder esto. Pero el problema era inevitable; lo único que no sabíamos era cuándo sucedería.

FTW: ¿Qué pasó?

Simmons: A grandes rasgos, la primera causa fue la liberalización, que destruyó el excedente de capacidad. Bajo la liberalización, éste se etiquetó como enorme superabundancia" y fue eliminado del sistema para recortar gastos e incrementar beneficios. La experiencia nos ha enseñado que el clima es el principal culpable en sucesos como el ocurrido. El sistema se debe diseñar para un ciclo que tenga su pico de demanda cada 100 años. Si no te preparas para esto, estás favoreciendo que haya un apagón masivo. Generalmente las nuevas plantas no se construyen, a menos que puedan ser mantenidas, y los mercados liberalizados no hacen inversiones que den rendimientos del uno por ciento. Tampoco hubo inversión en nuevas líneas de transmisión. Bajo esto subyace el hecho de que no tenemos ni idea de cómo almacenar la electricidad. Y cada aspecto de la capacidad de transmisión de los generadores a las líneas de transmisión, a las líneas eléctricas y a nuestras casas, tiene una capacidad media de x. Cuando te excedes de x las líneas se funden. Por eso tenemos cajas de fusibles y por eso se apagan las redes eléctricas. Por lo tanto hemos creado un círculo vicioso que progresa con el tiempo.

Otro problema fue que con la liberalización, se pensó que se podría tomar prestado del vecino. Nueva York pensó que podría tomar prestado de Vermont, Ohio de Michigan, etc. Eso es viable pero solo hasta el punto en el que todos necesitan tomar prestado al mismo tiempo y ya no queda donde acudir.

Otra razón principal es que las decisiones se tomaron en los noventa cuando todas las nuevas plantas generadoras iban a ser alimentadas con gas. Acabamos de tener la cumbre mundial de gas natural este año y ya sabes que he estado dando charlas sobre el fuerte declive que experimentamos actualmente. Muchos pensaron que este invierno sería devastador, y he de decir que es un milagro que hayamos repuesto nuestras reservas de gas natural durante los meses de frío. Este invierno hubiera podido ser un gran desastre. Hemos visto una enorme caída de precios en el gas natural del orden de 5 a 8 dólares (por miles de pies cúbicos), y la única razón por la que ocurrió fue que a lo largo de casi todo el verano hubo sólo unos cuantos días en que la temperatura subió por encima de los 26º C grados (80ºF). Eso fue milagroso. Nos permitió prepararnos para el invierno, aunque no deberíamos ser optimistas. Un buen huracán que alterara la producción, una potente ola de calor, un invierno gélido y si esto sucede, nos quedamos sin soluciones.

FTW: ¿Y también de gas natural?

Simmons: Bueno, yo sé que tú lo entiendes, pero la gente debe de conocer el concepto de cenit y declive irreversible. Es un asunto aún más peliagudo con el gas, el cual no sigue la curva en forma de campana, sino que tiende a caer de forma más acusada. Siempre habrá petróleo y gas en el subsuelo, incluso dentro de un millón de años. La cuestión es, ¿serás un microbio que pueda bajar y comerse el petróleo en pequeñas cantidades a profundidades que nadie puede permitirse o a las que nadie puede perforar? ¿Te gastarás cientos de millones para perforar un pozo de gas que se secará en pocos meses? Todos los grandes depósitos han sido encontrados y explotados. Ya no va a haber ningún hallazgo crucial y los patrones de descubrimiento nos lo han dejado bien claro. Ahora estamos en una trampa en la que no deberíamos habernos metido y ello tiene serias implicaciones. También vislumbramos los problemas inevitables que siguen a un gran apagón: sin agua, sin depuradoras, sin gasolina. Lo de la gasolina es muy importante. Nuestras reservas de gasolina están cerca de los mínimos históricos. Con el apagón, los más de setecientos mil barriles por día de capacidad de las refinerías fueron detenidos. A la gente se le dijo que hirviera el agua. Y lo que hicieron es irse a los fogones eléctricos de la cocina, que no funcionaban. ¿Entonces qué?

FTW: Hace pensar sobre Francia y la ola de calor que ha matado a cinco mil personas.

Simmons: La única razón por la que Europa se salvó un apagón mucho peor que el de los EEUU fue que en Europa apenas se utiliza el aire acondicionado. De hecho, aunque en EEUU se utiliza mucho, algunas áreas se han hecho bastante eficientes en su consumo. Cuantitativamente nosotros usamos más energía porque somos más. Pero el aire acondicionado es una experiencia relativamente nueva en Ontario, Canadá. Hasta hace poco, Ontario ha sido un exportador neto de energía. Tienen una población de poco más de 12 millones. Con el aire acondicionado de los últimos cinco años, Ontario se ha convertido en un importador neto de energía. Ahora, en un típico día caluroso de verano, el pico de consumo energético de Ontario es de unos 23,000 Gigavatios (Gw).

Texas, con una población de veinticinco millones, tuvo su record histórico en 60,000 Gw, una semana antes del apagón. La diferencia es que, a excepción de la pequeña línea que se adentra en Arkansas, Texas es autosuficiente en electricidad. No está atado a otros usuarios. Como vimos en el martes negro, Ottawa era una parte de un sistema cerrado que no tenía otra salida que apagar el sistema.

FTW: ¿Qué importancia tuvo el clima?

Simmons: En mi opinión fue el factor clave. Para mostrar la importancia del clima en el consumo de energía, en la semana del 3 de Agosto, EEUU estableció el record histórico de consumo eléctrico en 90,000 Gw. El consumo en los estados atlánticos del centro ha crecido un 29.5% en el ultimo año y un 20% sólo las cuatro semanas anteriores. ¿Por qué? Porque la temperatura fue tan alta como la que experimentamos el martes negro. Si quieres compararlo con vehículos y carreteras, el aire acondicionado es la red de autopistas e Internet es el equivalente a los todo terreno. Lo que pasó el 14 de agosto, empezó a las 17:00 horas. En ese momento todo estaba funcionando a la vez: los segmentos industrial, residencial y comercial. Es entonces cuando se llega a un pico de demanda con independencia del clima. Y sabemos que a las 17:00h de ese día EEUU experimentó un máximo histórico de consumo energético. Entonces fue cuando el sistema se fastidió.

FTW: Entonces tenemos dos perspectivas que explican que el problema es la capacidad de generación y las líneas de transmisión, sin contemplar el tema de las reservas. ¿Qué sucede con los partidarios de la liberalización que sostenían que resultaría en una mayor capacidad generadora?

Simmons: La propia historia responde a eso. Tras el apagón de 1965, cuando se creó la NERC, había un mandato que obligaba a los proveedores públicos de energía a construir nuevas plantas. Cada cinco años, se añadía un diez por ciento de capacidad a la base generadora. Mientras se iba llevando a cabo la liberalización en los años noventa, se argumentaba que abriría al mercado vastas cantidades de energía de los estados vecinos. En los primeros cinco años de la década, solo se añadió un cuatro por ciento de capacidad. En los cinco años siguientes fue sólo un dos por ciento.

El verano de 1999 tuvimos 30 sucesos energéticos consecutivos que desencadenaron el mayor boom constructivo de la historia, que llevó a cabo la edificación de nuevas plantas que sumaban 220,000 megavatios de capacidad, a un coste de capitalización de seiscientos a setecientos mil dólares por megavatio. El 98% de esas plantas funcionaban con gas.

Se decidió usar únicamente plantas alimentadas con gas natural por determinadas razones: las plantas alimentadas con carbón tardan seis o siete años en construirse, son muy contaminantes para el medio ambiente y el proceso de obtención de los permisos es difícil; hemos edificado ya todas las centrales hidroeléctricas posibles; la energía nuclear está mal vista y es cara; las plantas alimentadas con petróleo son restos de la época en la que el petróleo era barato. Esos días ya no volverán porque el pico del petróleo está al caer. Además, las plantas generadoras que funcionan con petróleo consumen un barril del mismo de la forma menos eficiente que puedo imaginar. Por eso quedaba el gas natural, y los economistas supusieron erróneamente que habría grandes reservas. Pero estas plantas se construyeron sin que éstas existieran. Se firmaron contratos falaces, al estilo de Enron, con fin de vender futuribles de gas cuando dicho gas no existía necesariamente.

FTW: Suponiendo que hubiera suficientes reservas para hacer funcionar estas nuevas plantas, ¿cuánto más se debería construir?

Simmons: Cada estado necesitaría conseguir del 40 al 50% de excedente de capacidad. Un colchón del 40% tan solo produce la posibilidad de aguantar un día veraniego de mucho calor y crecer un 3% anual durante tres años.

FTW: No obstante, incluso si el sector se vuelve a regular, aún habrá problemas con los recursos para alimentar las plantas. ¿Qué grado de importancia tiene esto?

Simmons: A alguien le van a pillar con los pantalones bajados… Si durante diez días de mucho calor, el consumo de gas natural aumenta considerablemente, será necesario un cierre casi total del consumo industrial para compensar y proteger la red. Como he estado repitiendo a lo largo de años, no habrá suficiente gas para hacer funcionar esas plantas, y menos aún las nuevas.

FTW: ¿Quieres decir detener la economía durante diez días para que la gente pueda cocinar?

Simmons: Sí.

FTW: Todo el mundo dice que la respuesta es perforar en la ANWR [The Arctic Natural Wildlife Reserve, reserva natural del ártico]. ¿Es así?

Simmons: La ANWR no es la respuesta. Sin embargo tiene mucho sentido desarrollar la zona. Perforar allí no debería tener un impacto negativo en las planicies costeras del Ártico. Con suerte, podría crear entre trescientos mil y posiblemente hasta un millón y medio de barriles de crudo al día y muchísimo gas natural que podría durar una década o dos. Pero ello no la convierte en la sola respuesta. Por otro lado, si el ANWR se mantiene fuera de alcance, no es ninguna respuesta a nada.

FTW: ¿Qué me dices de importar gas natural del extranjero? Rusia e Indonesia tienen reservas enormes; el gas natural de Canadá, como los canadienses saben a su pesar, está casi agotado.

Simmons: Los campos de gas de Indonesia son muy antiguos. Los campos de Natuna, son una fuente de gas atrapado del que se discute a menudo y que tiene un 95% de CO2. Aparentemente cuesta unos cuarenta mil millones de dólares producir mil millones de pies cúbicos al día de gas seco. Rusia tiene cuatro campos que suponen un 80% de sus reservas de gas y todos están en pleno declive. Los problemas de desabastecimiento de Canadá son tan serios cómo los de los EEUU.

FTW: ¿Eólica?¿solar?

Simmons: No hay manera de que podamos suplir ni siquiera una parte de la energía de los hidrocarburos.

FTW: ¿Reducir el consumo?

Simmons: Tarde o temprano tendremos que reducir el consumo, aunque muchos de los conceptos favoritos conservacionistas apenas suponen una diferencia. Los grandes cambios de conservación tan sólo son pasos, como la prohibición de usar electricidad tanto para calentar agua como para fundir metales, y a cambio, usar el gas natural la como fuente básica . Lo segundo es mucho más eficiente, los ahorros de energía son enormes. Necesitamos techos más bajos y habitaciones más pequeñas. Necesitamos el transporte público, y eliminar la congestión de tráfico. Por ultimo, necesitamos encontrar una forma de hacer que la gente no use el aire acondicionado cuando el clima es bochornoso, húmedo y caluroso al mismo tiempo. La tensión que eso produce a la red es descomunal.

También debemos empezar a usar nuestro poder excedentario durante la noche. Todos esos pasos son difíciles de implementar pero supondrían una gran diferencia.

FTW: ¿Cuál es la solución?

Simmons: No creo que la haya … La solución es rezar. Rezar por que tengamos tiempo suave e inviernos templados. Rezar por que no haya huracanes y detener la erosión de las reservas de gas natural. En la mejor de las circunstancias, si todos los rezos tienen respuesta, no habrá crisis durante dos años. Después de eso, es una certeza.

FTW: Respecto a esta noticia alentadora, veamos cuáles son las reservas de petróleo.

Simmons: Actualmente el tema de las reservas de petróleo es tan serio como el de la red eléctrica. El mes pasado, la IEA [International Energy Agency, Agencia Internacional de la Energía] actualizó sus bases de datos. Durante años han estado hablando sobre un inminente incremento de suministro de fuentes no OPEP, excluyendo la antigua Unión Soviética. No ha sucedido. Actualmente tenemos los precios más altos de los últimos veinte años e incluso los avances tecnológicos no han tenido un impacto significativo ni en el descubrimiento ni en la producción.

FTW: Recientemente me he dado cuenta de la velocidad con la ha sido construido y puesto en marcha el oleoducto entre Chad y Camerún. Chad solo tiene reservas estimadas en unos novecientos millones de barriles (el consumo mundial es de mil millones de barriles cada doce días). Parece un poco precipitado.

Simmons: Es increíble. ¿Qué va a bombear ese oleoducto? ¿ cincuenta mil barriles al día? Esa cifra podría ser más alta, pero es insignificante a largo plazo. Es un signo de lo realmente escasas que son las reservas mundiales de petróleo y de que quizás hayamos rebasado el pico.

FTW: ¿Qué pasa con Irak y Arabia Saudita? Hemos estado siguiendo el tema de Irak de cerca y todo el sabotaje, daños a las infraestructuras y oleoductos están reduciendo la capacidad iraquí. Eso deja a Arabia Saudita con un 25% de las reservas conocidas.

Simmons: Durante años he descrito dos enfoques: los economistas que nos decían que la tecnología siempre acabaría produciendo nuevos suministros, y los pesimistas o "cassandras", que nos dijeron que el pico vendría quizás en quince o veinte años. Puede que nos empecemos a dar cuenta de que ya superamos el pico en el 2000. Eso hace ambos enfoques equivocados.

Durante el año pasado, he obtenido y analizado detenidamente más de cien informes muy técnicos de la producción en Arabia Saudita. Lo que veo al examinar los datos es que es muy probable que Arabia Saudita, que ya es una nación deudora, puede haber pasado su cenit de producción. Si eso es cierto, entonces es seguro que el planeta tierra ha sobrepasado su cenit de producción.

Esto significa, siendo lo más riguroso posible, que no vamos a ser capaces de crecer. Es como cuando un ser humano sobrepasa cierta edad en la vida. Hacerse viejo no es lo mismo que la muerte. Significa una progresiva disminución en las capacidades, un rápido declive, seguido de un largo final.

FTW: ¿Qué piensas de gente como Alan Greenspan y otros escritores famosos que nos dicen que no hay ningún problema básico con el suministro de energía? Algunos ofrecen hidrógeno, lo que resulta risible para los que han investigado su viabilidad y eficiencia.

Simmons: Lo que está claro es que ellos no lo entienden. Algunos se han vuelto vagos. Se dejaron llevar tanto por los discursos de los economistas que dejaron de hacer los deberes. Mes tras mes, y año tras año, los hechos les muestran amplia y constantemente que están equivocados. Ésta es otra área de gran confusión. El hidrógeno no es una fuente de energía primaria. Para que surja una "era del hidrógeno" se necesita abundancia de gas natural, o se necesita crear un montón de plantas energéticas alimentadas por carbón o energía nuclear.

Lo que encuentro más irónico de nuestros serios problemas con la energía es que empezaron en Santa Bárbara, en 1969. Fue cuando se realizaban los mejores trabajos en pos de una nueva evolución tecnológica en la obtención de energía de los fondos marinos. Entonces tuvimos un trágico vertido, que dio luz al movimiento ecologista. Empezó la guerra entre la energía moderna y los "anarquistas" medioambientales, quienes han estado trabajando duro para bloquear nuestro acceso a áreas que podrían haber diversificado nuestro suministro de energía.

Si hubiéramos podido desarrollar esas áreas, tendríamos más opciones ahora para asegurar una continuación de la prosperidad económica que damos por supuesta. Y no hay mejor amigo del medio ambiente que la prosperidad.

FTW: Pero el cenit del petróleo es el cenit del petróleo, ¿o no? ¿No es esto tan sólo algo que podría haber prorrogado lo inevitable unos pocos años? Tomaría unos cuantos años perforar y extraer petróleo de la reserva ártica, pero solo quedan un par de años (del total de EEUU) de reservas de gas como mucho, e incluso petróleo para todavía menos tiempo. ¿Y entonces qué? En la conferencia de ASPO [Association for the Study of the Peak of Oil, o asociación por el estudio del cenit del petróleo] en Paris, creo que fuiste tú u otro experto quien sostenía que, de los carísimos pozos de los fondos marinos, cuatro de cada cinco salían secos?

Simmons: El cenit del petróleo y del gas llegará, si no lo ha hecho ya, y nunca sabremos cuándo ha sido hasta que lo "veamos en nuestros retrovisores".

FTW: ¿Es hora de que el asunto del cenit del petróleo y del gas genere un debate público?

Simmons: Por supuesto. Como he dicho, los expertos y los políticos no tienen ningún plan B al que recurrir. Si llegamos al cenit de la energía, sobre todo cuando cinco de los seis mil millones de personas del mundo apenas tienen acceso a la energía moderna, será un tremendo cataclismo para nuestro bienestar económico y para nuestra salud - más grande de lo que nadie pueda imaginar.




El Editor de FromtheWilderness Michael Ruppert escribe: después de terminar la entrevista, me acordé de algo que leí recientemente en un libro llamado "Contraction and Convergence - The Global Solution to Climate Change." [Contracción y convergencia - la solución global al cambio climático] ( www.gci.org.uk ). Fue alarmante constatar que desde 1950 ha habido una correlación casi perfecta entre el crecimiento en el GDP (PIB) del mundo y la emisión de gases que causan el efecto invernadero (por ejemplo, el consumo de energía de los hidrocarburos)

En un sistema económico que ante todo se fundamenta en un crecimiento perpetuo, las afirmaciones de Matt Simmons sobre la imposibilidad futura de seguir creciendo toman un nuevo significado.

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Título original: Behind the Blackout. An interview with Matthew Simmons
Autor: Michael C. Ruppert, From The Wilderness
URL: http://www.fromthewilderness.com/free/ww3/082103_blackout_summary.html, http://solutions.synearth.net/2003/08/23